lunes, 19 de marzo de 2012

Trabajo bien hecho.

Paseando por las calles de la Barcelona turística veo unas muletas apoyadas en la mesa de una terraza de bar. Por deformación profesional- el cerebro tiene el automático puesto-busco identificar el modelo, el fabricante,...¿para qué hago esto, si es domingo? me molesto conmigo misma por no permitirme desconectar. Y entonces, mis ojos se dirijen al taco: Xavi-Tac.

La relación que yo mantengo con Xavi-Tac no es comparable a los otros productos de ortopedia. Con Xavi-Tac he participado en su diseño, le he visto engendrarse, nacer, transformarse, crecer en credibilidad y confianza de los usuarios, expandirse,... Formo parte de su existencia y de su razón de existir. Pude acompañar en la motivación inicial de  su creación: esa necesidad que mueve montañas.

Me siento satisfecha de poder compartir con todas las personas que lo necesitan este producto, tan pequeño y válido a la vez.
Ver Xavi-Tac en las muletas de personas que pasean, que disfrutan de un domingo de playa, que comparten su tiempo en los centros comerciales (esos grandes suelos resbaladizos),... hace que nazca en mi una emoción de trabajo bien hecho.